Llegaron las extraescolares

EXTRAESCOLARES

Después de la loca idea de nuestro anterior post ( pero innovadora,  tendréis que admitir cuando Apple vea su potencial),  llega el turno de las extraescolares. Hace un tiempo comenté que últimamente parece que la elección del colegio es más complicada que la de una universidad.   En cada carrera universitaria existe una asignatura imposible; pues bien, el manejo de extraescolares debería obtener el grado de master honorífico en aquellos que estudian administración de empresas.

Nuestra andadura empieza este año: este curso nos planeamos apuntar a nuestro hijo mayor a alguna extraescolar.
“Quiero hacer deporte” nos dice, mientras suplica que cojamos el autobús para ir casa, agotado después de la jornada  de 8 horas en el cole. 
“Deberíamos empezar un idioma,  cuanto antes menos le costará”,   dice mi marido, a pesar de que son trilingues.
“ Sobre todo que sepa nadar, vivimos junto al mar” añado yo, preocupada.
“ Está muy dotado para música” nos repiten en la escuela.
Este septiembre ha cumplido 6 años. Empiezan tarde, pensaran algunos. Una extra escolar cada día no es tanto, pensaran otros.  Está bien, ahora añadamos a la mezcla que cada deporte, cada idioma, hasta la música, no puede ser menos de 2 días (y no nos olvidemos de las competiciones los fines de semana).
¿ Y cuándo jugamos? digo yo.  ¿ Después de hacer los deberes al volver a casa, después de intentar tocar la guitarra con esos dedos que apenas llegan a las cuerdas? Existen niños dotados para el deporte, para la música, para los idiomas o para el dibujo; excepcionalmente alguno dotado para varios de ellos. Pero estos niños brillarán hagamos lo que hagamos, no conseguiremos crear genios  de la nada por apuntarles a esa extraescolar.  

Yo quiero un niño feliz, no el próximo Messi o Nadal. No quiero que mi hijo sepa construir  y programar robots pero no sea capaz de pensar que puede hacer con ellos, o que toque las 4 estaciones de Vivaldi pero no las haya disfrutado en todo su esplendor.  Nuestros hijos no son adultos en desarrollo, son simplemente niños y obviar esa etapa, ese hecho fundamental, es un error. Los niños  necesitan jugar,  pasar tiempo sus padres compartiendo aficiones, perderse en bibliotecas y museos,  revolcarse en el barro o escalar una pequeña montaña. Existen mil experiencias que podemos ofrecerles y que les enriquecerán más que esas extraescolares que empezamos tan pronto, tanto psíquica como físicamente.  No son una estrella en ascenso, son una luz en su propio ser, con sus locuras, su rebeldía, su cariño e incluso sus defectos, que muchas veces no son sino los nuestros propios.

Recordemos que la prisa es una epidemia de adultos, que los niños necesitan su tiempo, no lo malgastemos antes de tiempo. Si tu hijo te pide ir a danza, gimnasia, dibujo, música, no dudes en llevarlo si puedes. Pero no lo cargues con lo que no pide y si puedes, malgasta ese tiempo con él, que ya tendrá tiempo de hipotecarlo.   Aquí me quedo reflexionando mientras espero para llevarle a las extra escolares,  deseando que se rebele y nos podamos quedar jugando, hasta que el tiempo nos lo arrebate.

Que la fuerza os acompañe,

Mamá Ewok y los 3 padawan

9 comentarios en “Llegaron las extraescolares”

  1. Totalmente de acuerdo. Yo les puse en natación obligatoriamente hasta que supieran nadar porque son unos kamikazes y me da pánico que se ahoguen, pero el resto de las extraescolares son elegidas por ellos. Y hace ya años que saben flotar y que les quite de natación. Lo malo es que son unos inconstantes y cada año se apuntan en algo diferente :/

  2. Estoy de acuerdo contigo, los niños tienen su ritmo, y ante todo no hay que obligarles a realizar una actividad que ello no quieran, animarlos sí, forzarlos nunca. En nuestro caso, el mayor fue a un sin fin de extraescolares porque cada año cambiaba de opinión. Pero con el mediano solo ha estado en dos, primero deporte y ahora música. Aunque, siempre de una en una, no estoy a favor de que los niños estén en más de uno o dos extraescolares a la semana, es una sobrecarga innecesaria para ellos. Suerte en esta andadura de las extraescolares. Un beso.

  3. Así es, yo también odio la idea de hacer crecer a mis hijas a la fuerza. Claro q ya pequeña solo me queda una. La de 10 y se la pasa 8 horas en el colegio. 8horas con las q no estoy de acuerdo. Pues llegamos a casa hacemos deberes y ya cuando vemos son las 8 pm. No hay juego, no hay películas, no hay plan dormir arrunchaditas. En fin. Por mi lado quiero q el otro año y el resto estudie en casa. Me estoy averiguando lo que hay q hacer para homeschooling porq sale del colegio a hacer deberes q termino explicándole y enseñándole yo misma. La misma me da enseñarle yo misma en casa unas cuantas horas al día y el resto plan madre e hija jugando o si nos place dormir toda la tarde. Me voy a volver una rebelde por completo. ¡Libertad para los niños!

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