Los niños y ” la nueva normalidad”

Como muchos padres, en casa estamos preocupados por ha podido impactar la situación actual de la pandemia en nuestros niños y cómo lo hará en un futuro. Aunque parece que la progresión de fases está siendo relativamente segura, sigue existiendo una gran incertidumbre respecto al futuro de la educación de los pequeños, su manera de relacionarse e incluso el riesgo para su salud. Y como muchos padres, desconocemos la solución a todos estos problemas.

Pero esta pandemia me ha hecho reflexionar sobre la importancia de ser un ejemplo para nuestros hijos. Y no me refiero a ser perfectos desde el punto de vista del manejo emocional  o  en la locura de conjugar tele-trabajo y educación, sino a ser conscientes que muchas de las reacciones de nuestros pequeños serán reflejo de las nuestras propias. Por eso os invito a reflexionar conmigo.

1- Aprecia tus/sus esfuerzos:

Lo primero y antes que nada,  aprecia la intensidad de toda la situación y tus méritos. Los padres que logran tele-trabajar y cuidar de sus pequeños, los que tienen que hacer un esfuerzo extra por llegar a fin de mes porque temporalmente han perdido su trabajo o los que han trabajado más que nunca y apenas han visto a sus pequeños. O simplemente los que han estado todas y cada una de las horas del día atendiendo a sus hijos.  
Felicidades.  Porque aunque haya habido momentos malos, estrés a tope y más chillos de los que os gustaría, habéis logrado salir adelante y vuestros peques han visto que esto es posible. 
Y ahora piensa en ellos: más de dos meses encerrados, sin ningún contacto, con deberes sin fin. Es normal que más de un día no quieran oír hablar de trabajar, que estén más irritable/acelerados. Nosotros también lo estamos y ellos son sólo niños. 
Quizás tanto padres como niños deberíamos hacer una fiesta especial, porque nos la merecemos.

2- Se responsable:

Podemos salir a la calle e incluso irnos a tomar algo por ahí, hacer deporte y quedar con la familia. Pero esto no significa que la pandemia haya desaparecido, todavía esta a la espera. Es necesario y muy sano volver a cierto grado de normalidad, pero también atender a una serie de normas que nos permitan seguir progresando. Puede que te parezca una exageración;  total, mucha gente lo ha pasado y no es para tanto.

Ahora piensa en como te gusta que te traten tus hijos;  no te gusta que te falten al respeto o que jueguen con cosas que puedan hacerles daño.

Es vital que los niños entiendan que hay situaciones que implican un riesgo y espacialmente que aprecien el  respeto a nuestros mayores ( padres/tios, incluso abuelos). Por eso, por muchas ganas que tengamos de normalidad,  de momento tenemos que intentar minimizar los contactos o hacerlo en esas condiciones. No queremos jugar a la lotería con la salud de los que más queremos; os lo digo desde la amarga experiencia de haber sido testigo de  como familias apenas podían despedirse de sus familiares antes de fallecer.

3- Expresa tus emociones: 

Cada adulto, cada niño, está manejando la situación lo mejor que puede. Podemos ayudar a los pequeños dándoles seguridad sobre el futuro, pero nunca a costa de ocultar o negar  la realidad, pues esto aún les confunde más. Tampoco se trata de explicarles nuestros miedos, pero quizás si que nosotros también estamos preocupados porque es algo desconocido, pero que tenéis la confianza de que como familia os ayudaréis por el camino. 
Debemos intentar  normalizar toda esta avalancha de emociones dándole nombre. Lo primero es reconocer en las emociones de nuestros hijos las propias, y ser autocrítico antes de condenarlas, o de buscar como deben afrontarlas cuando en realidad son nuestro problema. Si tus niños ven que vives en un miedo continuo, les será más difícil no tenerlo. Si dejas que el estrés te domine, ellos estarán hechos un manejo de nervios. No es fácil enfrentarse a estos sentimientos, pero merece la pena. Sin embargo, si es sencillo explicar que la ansiedad es por ejemplo por el trabajo pero   que con su ayuda intentarás no estar tan irritable,  o que ser valiente no es olvidar los miedos sino seguir adelante con ellos. 
Los niños son imitadores natos y su manejo emocional futuro en parte será un reflejo del vuestro. Es precisamente en esta situación cuando podemos enseñarles como manejar emocionalmente sus futuras crisis vitales. 

4- Que nos deparará el futuro:

Ojalá lo supiera. Como todos y a pesar del rollo anterior, no tengo idea. Pero si que me doy cuenta de que el futuro se ve diferente desde la visión de un niño. Que le da igual un día que un mes y que se adaptan de una manera espectacular a cualquier circunstancia ( que mejor ejemplo que el de estas  semanas encerrados).  Aunque a los adultos  nos cueste ver un mañana, para ellos siempre hay hueco para la esperanza. 
Animo super papis, que podéis con todo. Que la fuerza os acompañe, 
Mamá Ewok y los 3 padawan

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