El SÍNDROME DEL CINTURÓN DE SEGURIDAD
Vivimos en un mundo de increíbles avances. La velocidad a la que cambia a veces me asusta , pero al mismo tiempo me maravilla los logros que se alcanzan, en especial la cantidad de información que tenemos a golpe del teclado. Y aunque esto hace que a veces se tambaleen nuestras creencias, quiero pensar que es un seísmo para bien, porque nos ayuda a cambiar el mundo. Y algo así es lo que ha pasado con los sistemas de seguridad en el coche
Seguridad en el coche
Como muchos otros, recuerdo mis viajes de la infancia con un cariño especial, largas horas en el coche, tumbados en el asiento de atrás, cantando canciones y jugando al veo veo. Pero entonces pienso en mis pequeños y no puedo evitar que me recorra un escalofrío pensando en un mal golpe con el coche sin su sillita o cinturón. No me considero una madre histérica; aun así tengo muy claro que mis peques y nosotros mismos hemos de ir sujetos.
Sujección con sillita/cinturon/no sujeción y % de lesiones ( graves/leves) |
Seguridad en el autobús
Hace unas semanas contactaron conmigo para una charla. Y yo, que tengo el inmenso problema de no saber decir que no, me vi metida en la búsqueda de lesiones en accidentes y especialmente en relación con el cinturón de seguridad ( teniendo en cuenta que soy cardióloga, esto se salía mucho de mi campo de conocimientos).
La pregunta es bien sencilla: estamos concienciados de que nuestros peques deben ir seguros en el coche, pero ¿ y en el taxi o el bus?
Desde 2007 existe una normativa que obliga a los autobuses a llevar cinturón. Eso si, hecha la ley, hecha la trampa: la mayoría llevan cinturón de 2 puntos ( sólo de cintura) y algunos de ellos que no han cumplido los 16 años de máximo uso en transporte escolar, siguen circulando hasta 2023. Sin hablar de los cambios en los materiales de la construcción de los coches, que permiten reducir el riesgo de vuelco y mantener la integridad estructural de la cabina en los modelos recientes. Pero el cinturón de dos puntos NO es suficiente.
Síndrome del cinturón de seguridad
El síndrome del cinturón se produce por varios efectos. Cuando existe un accidente, la aceleración del coche pasa a trasladarse íntegramente a nuestro cuerpo y en los cinturones de 2 puntos existe una sujeción sólo a este nivel, de manera que todo el golpe irá a esa región y el tronco y cabeza continuarán con la aceleración.
Por la sujeción, el intenso impacto a nivel abdominal hace que a veces los órganos internos (hígado, intestinos, vejiga o bazo) puedan sufrir lesiones, así como importantes hematomas a nivel de la piel abdominal. Los niños están especialmente desprotegidos pues si bien el cinturón de 2 puntos debería apoyarse en la pelvis ( único hueso capaz de resistir ese impacto), al ser tan pequeña termina sobre el abdomen con facilidad, que además está mucho menos protegido también pues sus músculos no tienen a fuerza de un adulto.
Rotura de bazo por accidente |
Por la proyección hacia delante, en un espacio normalmente pequeño entre asientos y sin la sujeción del tórax por el llamado 3 puntos ( que permite correa a nivel del tórax), la cara y la cabeza con frecuencia sufren golpes contra el respaldo, provocando desde fracturas faciales a traumatismos craneales que pueden ocasionar contusiones o hemorragias intracraneales.
Fractura facial por accidente |
La combinación de la sujeción y la intensa proyección hacia delante puede producir un efecto bisagra a nivel medular, provocando la fractura de Chance ( fractura de la vértebra en 2 de manera horizontal) y a veces desplazamiento horizontal de la vértebra que dañe o incluso seccione la columna. En los niños, los ligamentos que sujetan las vértebras entre sí están mucho menos desarrollados, de manera que esa fractura es más frecuente y con frecuencia más grave.
Sección medular por cinturón de 2 puntos |
Como existe menos sujeción, otra posibilidad es que los pequeños sufran lo que se llama efecto submarino: que terminen escurriéndose en parte por debajo del cinturón, y esto favorecería también lesiones por golpe en las piernas, provocando por ejemplo fracturas de fémur.
Fractura de femur por accidente |
Aqui os paso un resumen de las lesiones causadas por el cinturón:
¿ Entonces que hacemos?
La solución a este problema es que los niños puedan llevar un cinturón normal, de 3 puntos, adaptado a su peso/altura. Si tenemos un cinturón de 3 puntos, con ayuda de un elevador de coche ( eso si, con la pieza que nos permita ajustarlo en su hombro ( que venden en cualquier hipermercado, por unos 20 euros) los peques irán tan seguros como en un coche. Esperemos que con el tiempo se vaya extendiendo la práctica de que los propios autobuses nos ofrezcan la posibilidad de cinturón adaptable en altura ( existen ya empresas, muy solicitadas).
Solución ideal |
Elevador con 3 punto ajustable |
La única pega de este sistema, es que no es aplicable a niños menores de 3 años, o de menos de 15 kg, pues la solución no se puede adaptar a ellos. Quizás si los peques se van de excursión, la opción de llevarlos los padres es igual de excitante y se puede negociar con la guardería.
Me llevan los papis! |
Mal uso de los cinturones
Cuidado! El síndrome del cinturón de seguridad no es exclusivo de los cinturones de 2 puntos. Es muy infrecuente el mal uso de sillitas, alzados y cinturones ( hasta el 40% de los niños van mal sujetos) y eso aumenta mucho el riesgo de lesiones. Los daños mencionados antes también pueden producirse con el de 3 puntos si la correa del tórax está mal colocada, o si estamos en una posición por ejemplo casi horizontal con el asiento, ya que la sujeción igualmente estará sobre el abdomen.
En taxi
Esto último es importante también si viajamos en taxi, pues tendremos cinturón de seguridad correcto pero no adaptado. Así que os animo a llevar un alzador. Como mami entiendo que es engorroso llevarlo si no pensamos ir en coche. Por eso os animo a mirar esta buena opción ( homologada, aunque no válida para el bus), que te permite llevar un alzador en la maleta o el bolso:
Espero que tras esta revisión as animéis a hablar con las AMPAS y direcciones de los colegios de vuestros peques, pues los cambios no son complejos y nuestros niños irán mucho más seguros. Es tan sencillo como encargar el bus adecuado y tener una reserva básica de elevadores. Y que no os engañen, el precio no debería ser un problema ( como máximo serían unos 3-5 E extra por niño).
Agradezco a Albert Vallespí ( Noari Kids), David Fernandez ( bombero de Cornellá) y Helen San Segundo ( AMPA Mediterránea Viladecans) por el apoyo en la sesión y en la producción de este post. Aquí os paso el enlace a la charla por si alguien quiere escucharla o compartirla.
Que la fuerza os acompañe:
Mama Ewok y los 3 padawan
Mil gracias a tí por implicarte!!!
Ojalá todo este trabajo que se está haciendo de frutos muy pronto y las familias, colegios y empresas de autocares se den cuenta de que la seguridad de los niños no tiene precio, ellos son nuestro bien más preciado.