El juego contiene 27 cartas de reto a doble cara, con 27 mandalas distintos. Tenemos 4 sets de 3 discos, con 3 patrones diferentes, cada uno de ellos en un color ( de manera que cada patrón existirá en 2 colores).

El juego puede jugarse en solitario o hasta un máximo de 4 jugadores. 

En solitario, debemos seleccionar 5 mandalas y lograr reproducirlos controlando el tiempo. Una vez lo logremos, elegiremos otras 5 cartas e intentaremos batir nuestro récord.  

Si jugamos varios jugadores, repartiremos los tríos de discos y daremos la vuelta a la carta patrón; ganará el primero en reproducir el patrón, que podrá quedarse con la carta. Si las edades son muy distintas, podemos establecer distintos tiempos para que cada uno complete su mandala. Y a los más pequeños podemos ayudarles indicándoles que cara de cada disco y en que posición se encuentra. 

He de reconocer que la razón por la que lo compré fue la espectacular estética del juego. Pero ha sido una grata sorpresa, pues se sale un poco de las mecánicas de juego habituales y obliga a trabajar la lógica, pero también el detalle, la orientación espacial e incluso la motricidad fina. Por otro lado es un juego simple y algo repetitivo, por lo que creo que esta bien para combinarlo con juegos más elaborados o para jugar espaciadamente. 

Ficha técnica: 

-Juego libre: Una bonita manera de estimular la creatividad es dejar a cada niño que cree su mandala sin guía. Si lo hacemos ordenados, podemos hacer que los otros niños intenten copiar el diseño. 

– Dibujando mandalas: En niños mayores podemos jugar a copiar los diseños del juego y en más pequeños dejar que creen su propio mandala. 

Esperamos que os guste, seguiremos compartiendo juegos geniales para jugar en familia. Que la fuerza os acompañe :

Mamá Ewok y los 3 padwan